ORANTES DESDE UNA ACTITUD
CONFIADA.
"Confía
callado en el Señor y espérale con paciencia: No te irrites a causa del que
prospera en su camino, por el hombre que lleva a cabo sus intrigas" (Salmo
37:7).
¿Porque parece que transcurre muy
lento el tiempo que necesitas para alcanzar paz interior y sentirte libre? Esto
se debe a que necesitas paciencia, Dios sabe cuando te dará la respuesta a tus
necesidades. Así, también se expresaron algunos personajes de la Biblia: ,
veamos los siguientes versículos bíblicos:
"Hasta
cuando, Señor estarás mirando? Rescata mi alma de sus estragos, mi única vida
de los leones"(Salmo 35:17).
"Oh
Dios, no estés lejos de mí, Dios mío, apresúrate a socorrerme, sean
avergonzados y consumidos los enemigos de mi alma; sean cubiertos de afrenta y
de ignominia los que procuran mi mal"(Salmo 71:12,13).
No debes demandar a Dios la respuesta
inmediata a tus necesidades. Debes aprender a esperar en El. Dios es soberano y
te prueba para fortalecerte mediante su palabra y para que aprendas a depender
de él. Él desea transformar tu carácter, aspecto necesario para poder ser
liberado.
El
Señor tiene un tiempo para la bendición y respuesta a tus necesidades. No
arranca Dios una atadura, ni hará una obra milagrosa hasta que no se haya dado
la transformación paulatina de tus pensamientos e intenciones del corazón.
"Mirad
como el labrador espera el fruto precioso de la tierra siendo paciente en ello
hasta que recibe la lluvia temprana y la tardía"(Santiago 5:7).
Si la respuesta de Dios fuera inmediata,
debido a tu naturaleza pecaminosa, sería marchitado lo que Dios ha sembrado en
tu ser. Dios sabe que es necesario el tiempo de espera que te obliga a clamar,
a obedecer, a humillarte delante de su presencia, a morir a tu carne, o sea, a
negarte a ti mismo. Esto hace posible que puedas vencer a tu propio enemigo que
es tu yo egocentrista y esclavo del pecado. Así en
este tiempo de espera estás fortaleciendo lo que Dios está haciendo en tu vida
durante tu prueba y aflicción. Paciencia, confianza en Dios y obediencia es lo
que necesitas...
"Porque
ciertamente hay un porvenir y tu esperanza no será frustrada" (Proverbios
23:18).
Cuando
estés listo recibirás la respuesta que necesitas. Aprender a esperar en Dios es
difícil pero hay que reposar en su sabiduría y fidelidad mientras Él hace La
obra.
Todo tiene su tiempo, y todo lo que se
quiere debajo del cielo tiene su hora: tiempo para nacer y tiempo de morir;
tiempo de plantar y tiempo de arrancar lo plantado; tiempo de matar y tiempo de
sanar; tiempo de destruir y tiempo de construir; tiempo de llorar y tiempo de
reír; tiempo de estar de duelo y tiempo de bailar; tiempo de esparcir piedras y
tiempo de juntar piedras; tiempo de abrazar y tiempo de dejar de abrazar;
tiempo de buscar y tiempo de perder; tiempo de guardar y tiempo de arrojar; tiempo de romper y tiempo de
coser; tiempo de callar y tiempo de hablar; tiempo de amar y tiempo de
aborrecer; tiempo de guerra y tiempo de paz.
¿Que provecho saca el que hace algo, de aquello en que se
afana? He considerado la tarea que Dios ha dado a los hijos del hombre,
para que se ocupen en ella. Todo lo hizo hermoso a su tiempo; también ha puesto eternidad en
el corazón de ellos, de modo que el hombre no alcanza a comprender la obra que
Dios ha hecho desde el principio hasta el fin" (Eclesiastés 3:1-11).
Tus
equivocaciones, fallas decisiones inadecuadas y errores Dios los conoce porque
el tiempo de Él es eterno y el plan perfecto para tu vida que no lo improvisa
...El te enseña a través de tus errores. El es omnipresente, El está en tu ayer
, en tu hoy, en tu mañana.
"
Sé que todo lo que Dios hace será perpetuo; no hay nada que añadirle y no hay
nada que quitarle; Dios ha obrado así, para que delante de El
teman los hombres. Lo que es, ya ha sido, y lo que será ya fue, y Dios busca lo
que ha pasado" (Eclesiastés 3:5). "Sabemos que los que aman a Dios ,
todas las cosas cooperan para bien, esto es, para los que son llamados conforme
a su propósito" (Romanos 8:28).
Por
lo tanto, debes seguir siempre hacia adelante no importa lo despacio que te
parezca y las fallas que cometas. No importa lo que te digan tus voces
interiores que se oponen a la victoria. No importa lo que te digan los que no
creen en ti. Lo que importa es que tu crees en Dios y
El lo que dice lo cumple, porque El es poderoso y fiel.
"Porque
el Señor es bueno, para siempre es su misericordia y su fidelidad por todas las
generaciones"(Salmo 100:5).
Preparando la
actitud de oyente y orante.
Una
pregunta a la entrada:
¿Qué traes en tus manos?, ¿Que llevas en tu
vasija?, ¿Qué te habita por dentro?
- emociones que no puedes manejar, ansiedad,
confusión, miedo, desesperanza...
- pensamientos negativos, problemas, dificultades, trabajos, responsabilidades…
- deseos hondos, motivaciones, búsquedas, desafíos, esperanzas, proyectos …
Un
ejercicio de pacificación para entrar .
* Descálzate para entrar en tu lugar sagrado.
* Recorre con tu mirada cada sensación interior, cada pensamiento que vuele por
tu mente.
* Toma conciencia del aire que entra por tu nariz y sale por tu boca, mientras
respiras.
* Percibe cómo tus pulmones se dilatan y cómo late tu corazón.
* Cobra conciencia, también, de los sonidos que te rodean: escucha.
* Acompaña la respiración con la invocación al Espíritu Santo: ¡Ven, Espíritu
Santo!
* Permanece así unos instantes: conectada con tu respiración, con todo tu
cuerpo, aquí en el momento presente…
* Sigue escuchando los sonidos… los colores…
* Repite suavemente, al ritmo de tu respiración: ¡Ven, Espíritu santo! ¡Ven,
Espíritu santo!.
* Observa cómo tus pensamientos se calman y
se pacifica tu interior.
El
Espíritu Santo habita
tu interior.
Te lleva a conocerte en verdad (Jn 16,13); te acompaña en la búsqueda de toda verdad.
Te descubre tu identidad: eres hija/o de Dios (Rom
8,14).
Te acerca a Jesús, “el Camino, la Verdad y la Vida” (Jn
14,6).
Te enseña a llamar a Dios: ¡Abba! (Rom 8,15); y a
decir: ¡Jesús es Señor! (1 Cor 12,3).
Edith Stein afirma que sólo una
actitud religiosa introduce en la morada interior. Los análisis psicológicos
sólo se asoman y escrutan esa dimensión interior, no abren el diálogo con el
Señor que habita dentro. Para el cristiano lo más profundo de sí mismo no queda
confinado en el yo, sino que implica la persona del Otro.
En el
centro: ¿Quién vive?
"El centro del alma
es Dios, al cual, cuando ella hubiere llegado según toda la capacidad de su ser
y según la fuerza de su operación e inclinación, habrá llegado al último y más
profundo centro suyo en Dios, que será cuando con todas sus fuerzas entienda y
ame y goce a Dios" (Juan de la Cruz, LLama 1,
12).
*
En tu centro vive Dios Padre, Hijo y Espíritu Santo.
* La cueva es tu espacio interior, es tu lugar sagrado.
* No estas hueca por dentro sino habitada por la
Presencia amorosa de la Trinidad.
* En la cueva escuchas el sonido de la fuente que mana y corre inundando todo
tu ser.
* En la cueva oyes la llamada misionera a entregar tu vida al Proyecto de
Jesús, al Reino.
* En este centro y junto a esta fuente de la Trinidad se fragua tu estructura
contemplativa y misionera.
*
En este centro y en esta fuente nace el amor a Jesús, y la entrega apasionada
al servicio del Reino.
* En este centro y en esta fuente brota la vida de fraternidad y la
espiritualidad de la comunión.
En este
espacio íntimo es donde nace:
- el silencio y la paz;
- la escucha y la entrega;
- la adoración y la alabanza;
- el amor y la comunión;
- la alegría y la esperanza;
- la reconciliación y el perdón;
- la fraternidad y la amistad;
- el descanso y la misión.
Movimiento eclesial
“De Jerusalén a Betania: Caminos de vida cristiana”.
Material elaborado por:
Asociación "
Sacra virginitas" http://www.sacravirginitas.org
Correo: web@sacravirginitas.org
Asociación Publica de fieles «Ad virginitatem
sacram promovendam »
http://www.betaniajerusalen.com
Correo: betania@betaniajerusalen.com
Puedes ver mas información en distintos números del Boletín: "Camino a Betania".