¿Quienes somos?.
Pertenecemos al
Movimiento eclesial "De Jerusalén a Betania": Caminos de vida
cristiana.
Este Movimiento
eclesial está basado jurídicamente en las Asociaciones "Sacra Virginitas" y en la Asociación Pública de Fieles de la
Diócesis de Valencia -España- "Ad virginitatem sacram promovendam".
Estas
asociaciones nacen como respuesta a dos necesidades que se nos plantea a los
creyentes y de forma particular a las personas consagradas en estos inicios del
siglo XXI. En el CENACULO, queremos encontrar la intimidad con el Maestro.
CENACULOS DE BETANIA.
Betania es el
lugar donde encontramos a Marta que servía y a María que escuchaba con
atención a Jesús.
La cena estaba lista, encontramos que Lázaro estaba a
la mesa con ellos.
Objetivo.
Entendemos que
comunicar la alegría que se produce en el encuentro con la Persona de Cristo,
Palabra de Dios presente en medio de nosotros, es un don y una tarea
imprescindible para la Iglesia
Nos proponemos hacer todos juntos un humilde y
valiente examen de conciencia para reconocer nuestros temores y nuestros
errores, para confesar con sinceridad nuestras lentitudes, omisiones, infidelidades y culpas. En vez de adoptar
actitudes huidizas de desaliento. Pero
siempre, pase lo que pase amando a la Iglesia de Jesucristo. Y “un amor realista de la Iglesia implica necesariamente
recibir los golpes y llevar las llagas… Así le abrimos paso a la vida de Dios”
( Madeleine Delbrêl
mística francesa).
Desde este amor a la Iglesia tenemos
como objetivo prioritario la oración por los sacerdotes, responsables ordenados
y consagrados para hacer cotidiana la Palabra y la realidad sacramental de la
Iglesia.
Pretendemos que sean encuentros con el
Maestro, teniendo como modelo la “Casa de Betania” del Evangelio.
Betania es el lugar
donde Jesús pasaba las noches. Este es el lugar donde encontraba reposo.
Betania es el lugar donde encontramos a
Marta que servía y a María que escuchaba con atención a Jesús. La cena estaba
lista, encontramos que Lázaro estaba a la mesa con ellos.
Es la casa de la acogida de Dios, es el lugar donde
Dios
nos ofrece la posibilidad de acogerlo, recibirlo, de descubrir todo lo que
nos ofrece, también es el lugar de la respuesta a Dios.
Constitución
y funcionamiento de nuestros Cenáculos.
-
Cuidar la actitud
oyente y orante desde los textos bíblicos de los tiempos litúrgicos.
-
La oración
recomendada para nuestros grupos es la Lectio
divina.(Ver anexo 1).
La lectura orante de la Palabra, realizada en
comunidad, nos pone en sintonía con la voluntad de Dios. Es un ejercicio clave
para el crecimiento en la fe. La fuerza de la comunidad nos alienta para
encontrar en los textos la fuerza del Espíritu. Todos aprendemos juntos y nos
enriquecemos con el aporte de cada uno. Existen muchos métodos de lectura
orante.
Simplificando al máximo podemos
decir que los siguientes cuatro pasos son los más comunes:
-
La oración de la
Iglesia: Liturgia de las Horas.
-
Otras formas de
oración
Si se reza el Rosario que sea profundamente meditado
(abierto a la oración de petición y de intercesión). El Rosario,
precisamente a partir de la experiencia de María, es una oración marcadamente
contemplativa. Sin esta dimensión se desnaturalizaría. Como subrayó Pablo VI:
Sin contemplación, el Rosario es un cuerpo sin alma y su rezo corre el peligro
de convertirse en mecánica repetición de fórmulas y de contradecir la
advertencia de Jesús: “Cuando oréis, no seáis charlatanes como los paganos,
que creen ser escuchados en virtud a su locuacidad” (Mt 6,7).
Por su naturaleza, el rezo del Rosario exige
un ritmo tranquilo y un reflexivo remanso que favorezca, en quien ora, la
meditación
de los misterios de la vida del Señor, vistos
a través del corazón de Aquella que estuvo más cerca del Señor, y que desvelen
su insondable riqueza”. El Rosario es a la vez meditación y súplica. La
plegaria insistente a la Madre de Dios se apoya en la confianza de que su
materna intercesión lo
puede todo ante el corazón de su Hijo.
-
.................
-
El criterio de selección depende de las personas. Hay que tener en cuenta
que parte de la vida del grupo es la formación en la oración, por lo que se
pueden compartir distintas formas, procurando siempre cuidar la oración bíblica
como se ha indicado antes.
Organización del grupo
y de los encuentros.
-
Preparad el lugar para la oración.
-
Una mesa y sobre ella:
-
Un cirio.
-
Un Icono de Jesús. También puede haber una imagen de la Virgen, discreta y
a tono con el Icono.
-
Una Biblia abierta con el evangelio del día, que deberá ser leído al comienzo,
después de la invocación.
En el caso de que no se
haga como oración la “Lectio divina”, se puede hacer una reflexión comunitaria,
donde cada miembro voluntariamente comparte lo que le inspira el Santo
Evangelio.
Saludo
inicial.
V. Dios mío, ven en mi auxilio.
R. Señor date prisa en socorrerme.
Gloria al Padre y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre,
Por los siglos de los siglos.
Amén.
-
Invocación del Espíritu Santo.
Es importante orar al Espíritu Santo para que descienda sobre el grupo de
orantes.. Cuando uno se deja llevar por el
Espíritu lo tiene todo. La
gente se equivoca al invocar solamente a los Santos cuando piden algo.
El Espíritu Santo es quien nos guía siempre en el camino de la Santidad.
San Pablo nos explica que no puede haber autentica oración sin la presencia del
Espíritu en nosotros.
En efecto, escribe: “El Espíritu viene en ayuda de nuestra debilidad
porque no sabemos orar como es debido; pero el Espíritu intercede por nosotros
con gemidos inefables…” (Rm 8, 26-27).
Oración al Espíritu Santo.
Ven, Espíritu creador;
visita a tus fieles reunidos en este Cenáculo,
acompáñanos en nuestra oración.
Tú el prometido del Padre,
pon en nuestros labios los tesoros de tu palabra.
Derrama tu divina
gracia sobre los corazones que Tú mismo has creado y elegido.
Purifícanos,
límpianos, sánanos y llénanos de
ti, de tu amor.
Tú eres nuestro consuelo, don de Dios
altísimo, fuente viva, fuego, caridad y espiritual unción.
Infúndenos el fuego de
tu amor y llénanos de tu calor.
Tú derramas sobre nosotros los siete
dones. para edificación de la Iglesia.
Enciende con tu luz
nuestros sentidos, infunde tu amor en nuestros corazones y con tu perpetuo
auxilio, fortalece nuestra frágil
condición terrenal.
Aleja de nosotros al
enemigo, danos pronto tu paz, siendo Tú mismo nuestro guía evitaremos todo lo
que es nocivo.
Espíritu Santo ven, se
nuestro guía, nuestra fuerza en la duda,
nuestra luz de
cada día.
Que
por Ti conozcamos al Padre y también al Hijo
y que en Ti, que eres el Espíritu de ambos, creamos en todo lo que el
Señor nos promete.
Gloria
a Dios Padre y al Hijo que resucitó de entre los muertos, y al Espíritu
Consolador, por los siglos de los siglos.
Amén.
-
Desarrollo de la oración, según lo elegido.
-
El tiempo de oración no debe de
pasar de una hora.
Podemos hacer una oración final o canto a la Virgen, recordando la
presencia de María en los cenáculos iniciales de la Iglesia. .
Agradezcamos siempre, la posibilidad de participar en un grupo de oración,
tal como se ha hecho desde las primeras comunidades cristianas. De esta manera
podemos hacer experiencia de lo que Jesús dijo en el evangelio, “donde dos o
tres están reunidos en mi nombre, allí estaré yo”. (Mt 18, 20)
El grupo mínimo tres personas, máximo no mas de 10. Esto permite crear grupos con situaciones
personales distintas y al mismo tiempo afines. En cada grupo debe
haber un responsable-coordinador
que avise o recuerde a todos el día y
hora de la oración por lo menos al principio o si se decide cambiar de lugar de oración. -
También para esto se puede hacer una cadena). La duración se recomienda que
sea anual, siguiendo los años litúrgicos, de Adviento a Adviento. -
Un responsable del día que dirija la oración que puede ser rotativo. Es conveniente cada cierto tiempo preparar una merienda o cena compartida,
es una forma de situarnos en el ambiente familiar de la "Casa de Betania", es también un tiempo de intimidar mas. Anexo 1.- LA LECTIO DIVINA. 1.-
¿Qué es? La Lectio Divina
es definida como Lectura
Espiritual, Lectura Divina, Lectura Orante o incluso Lectura Meditativa de la Palabra. Sin embargo, se trata de un
ejercicio, de una lectura personal que se transforma en oración. No se trata de un método o una formula,
es una forma de hacer conciencia de la presencia
de Dios en nuestras vida, una forma
de llegar a un encuentro personal “de tu
a tu” con Dios. Es una lectura reposada y
meditada de la Palabra de Dios en la intimidad, en el silencio, en el
acogimiento de la presencia de Dios “Padre Misericordioso”, en la escucha a Jesucristo “Verbo Encarnado” y
el descanso de la contemplación por medio del Espíritu Santo “Don de Amor”. 2.- Historia Fue un monje cartujo del S. XII, llamado Guigo, quien nos describió en que nos ayudaría este proceso
con estas palabras: “cierto día, durante el trabajo, al reflexionar sobre la
actividad del espíritu humano, de repente se presentó a mi mente la escalera
de los cuatro peldaños espirituales:
la lectura, la meditación, la oración y
la contemplación. Esa es la escalera por la cual los monjes suben hasta el cielo. Es cierto, la escalera
tiene pocos peldaños, pero es de una altura tan inmensa y tan increíble que, al
tiempo que su extremo inferior se apoya en la tierra, la parte superior penetra
en las nubes e investiga los secretos del cielo”. Después
de Guigo muchos santos han reflexionado sobre la Lectio Divina: ·
San Ambrosio: «A Dios hablamos cuando oramos; a Dios escuchamos cuando
leemos sus palabras». ·
San Agustín: «Cuando lees la Escritura, te habla Dios; cuando oras, tú
hablas a Dios». ·
San Jerónimo: «Desconocer la Biblia es desconocer a Cristo». ·
San Gregorio Magno: «Dios no responde al corazón de cada uno por
revelaciones privadas porque ha preparado una
palabra que puede solucionar todos los problemas. En la Escritura, si sabemos
buscar, encontraremos resuesta a cada una de nuestras necesidades...». Hoy en día el Papa
Benedicto XVI resalta: «Si se promueve la práctica de la Lectio Divina con
eficacia, estoy convencido de que producirá una nueva primavera espiritual en
la Iglesia… Es algo que tiene que tener en cuenta cada cristiano y aplicarse a
sí mismo: sólo quien escucha la Palabra puede convertirse después en discípulo
misionero» 3. Los peldaños La Lectio Divina como escalera al cielo,
conlleva unos pasos muy sencillos que explicare brevemente a continuación: INTRODUCCION.- Después
de unos momentos de silencio se eleva una oración al Espíritu Santo. 1. LECTURA: Vas a recibir un pasaje
bíblico como un regalo de Dios para ti. Es también como un pan o un rico
alimento que se te sirve en la mesa, que te va a gustar y alimentar.
Tratamos de descubrir que nos dice el texto. Ponemos mucha atención para que no
se escape ningún detalle. Para lograrlo, tienes que leerlo varias veces. 2.- MEDITACIÓN: Consiste en descubrir ¿qué me quiere decir Dios por medio de su
Palabra? Me pregunto ¿Qué mensaje tiene para mí Dios en el día de hoy? porque al repetir y repetir o rumiar el
mensaje de Dios se va metiendo más hondo en nuestra mente y corazón. En este paso,
más que leer, lo que se necesita es “cerrar los ojos” y repasar una y otra vez
el texto hasta descubrir qué mensaje tiene para mí Dios el día de hoy. 3. ORACIÓN: Cuando ya sabemos qué es lo que Dios nos pide, entonces, por medio de
la “oración” le hablamos, le respondemos a Dios teniendo en cuenta lo que él
les ha dicho por medio de su Palabra. En la oración dejamos que el CORAZÓN
HABLE. - Podemos cerrar los ojos y sentir que Dios nos
está abrazando muy fuerte. Ante todo le
decimos al Señor que lo queremos mucho y le damos gracias por todo lo que nos
regala. Despacito le decimos gracias Señor por… gracias Señor por… Recordamos lo que nos enseñó y le pedimos que
el Espíritu Santo llene siempre nuestro corazón y nos de
un corazón que ame mucho, tratando de vivir la palabra que nos regaló. 4. CONTEMPLACIÓN: La palabra de Dios es un regalo de Dios, los
regalos los disfrutamos. Primero los miramos, después nos alegramos de tenerlo,
los disfrutamos. Con la Palabra de Dios, sentiremos esto de una manera especial
en nuestro corazón La Palabra del Señor será como una regalo de mucho
valor y muy querido que vamos a mirar una y otra vez
con admiración. Pero tenemos que mirar no sólo el regalo sino a Aquel que con
mucho amor nos lo dio. Esto es lo que se llama la contemplación. ¡Qué alegría! La Palabra de Dios ahora está en mis ojos, en mis manos, en mis pasos y en mi corazón. 3. Consejos Prácticos Para
sacar de este ejercicio el mayor provecho a continuación menciono algunos
aspectos que debemos cuidar y que nos pueden ayudar: Buscar un lugar tranquilo en donde podamos disfrutar del silencio. Favorece un espacio cómodo, donde nada nos
distraiga de la presencia con Dios. Ø
Silenciar el corazón,
desconectarnos de las cosas que nos preocupan, tomar un tiempo para aquietar
nuestros sentidos, para vaciarnos de nosotros mismos. Ø Reconocer que es Dios ante el cual nos encontraremos, por lo tanto pedir
la presencia de su Santo Espíritu para que nos guie, nos ilumine, nos lleve a
la verdad completa. Ø Tener a la mano una Biblia con una traducción fácil de entender, que
tenga comentarios que nos ayuden a profundizar y comprender el sentido de la
lectura. Ø Contar con el tiempo propicio, no escatimar en el tiempo de Dios, se
sugiere que el tiempo no sea inferior a media hora. Ø Si se pretende hacer de esta forma de oración una forma de vida, valdría
la asignarle una hora fija porque “Lo
que se deja a para cualquier hora, a cualquier hora se deja” Tomar
una actitud de fe, es una lectura para “creyentes” porque es parte de la
convicción de que Dios está ahí y quiere un espacio para dialogar con nosotros.
Es desear con la mente y con el corazón disfrutar de estar a los pies del
Maestro, lugar de paz. Hacer
un gran esfuerzo para permanecer concentrados, para llegar hasta el fin. Escoger
un pasaje bíblico, la indicación más importante es que forme parte de un
proceso: la lectura completa de un libro, el orden de las lecturas en la
liturgia. No es criterio recomendable buscar simplemente los pasajes bíblicos
que más nos gustan o aquellos buscados al azar. El Señor nos va a hablar, hay
que dejar que nos diga lo que él considere, no lo que nosotros queremos oír. Ø
( Ana
Guadalupe Martínez. Zapopan – Mejico. Boletín
Camino a Betania n° 25. Abril 2011.) Más
Información: Rafael Pla Teléfonos. 659 826 555 -963303184. Sitios
para cuidar nuestra oración.: Cenáculo
de Betania: http://cenaculo.webcindario.com https://www.facebook.com/#!/groups/114429198581598 (Para buscarlo en facebook
poner Cenáculo de Betania). Blog
sobre oración: http://tabor-intimidadconelseor.blogspot.com/ Asociación " Sacra
virginitas" http://www.sacravirginitas.org Correo: web@sacravirginitas.org Asociación Publica de fieles «Ad virginitatem sacram promovendam » http://www.betaniajerusalen.com Correo: betania@betaniajerusalen.com
Quitar
todo lo que podrá ser motivo de distracción y resuelve antes tus tareas
inmediatas.
Separata del Boletín: "Camino a Betania".
De Jerusalén a Betania:
Caminos de vida cristiana.
Valencia, octubre 2013.
Movimiento eclesial
“De Jerusalén a
Betania: Caminos de vida cristiana”.
Material
elaborado por:
Asociación "
Sacra virginitas" http://www.sacravirginitas.org
Correo: web@sacravirginitas.org
Asociación Publica de fieles
«Ad virginitatem sacram promovendam »
http://www.betaniajerusalen.com
Correo: betania@betaniajerusalen.com
Puedes ver mas
información en distintos números del Boletín: "Camino a Betania".
DONDE
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cenaculo@jesuselcristo.eu